PACTO SOCIAL… PARA QUÉ?

Por : Victoria La Cruz Garcés
Fecha : 23/08/07

Las democracias tienen características significativas que muchas veces exigen capacidades mayores a todos los ciudadanos, pero que en ése mismo nivel de exigencia, puede ofrecernos a cambio; un amplio ejercicio de libertades, dentro del contexto justo del respeto por los derechos de los demás y nos permite al mismo tiempo, discrepar y exponer nuestras divergencias, haciendo uso responsable de nuestra humana facultad de pensar. Es dentro de esta dinámica democrática, donde se va a desarrollar ése vértice concensual que exige de todos sus componentes, capacidades expresas para el examen objetivo de nuestra realidad local, regional y nacional y que al mismo tiempo promueva concordancias que no sólo apunten al crecimiento, sino que además propicien un escenario permanente de cotejo racional y propositito, para la solución de los conflictos, sin perder de vista; que existen por cierto, quienes viven gracias al caos, la anarquía y el conflicto, pues sus enormes e irresueltas frustraciones políticas, requieren de cierto comportamiento parasitario y de una permanente y retroalimentaria conducta Thanática y cuya coraza seudo revolucionaria es más bien, la encubierta de los mecanismos de defensa de una energía psíquica que pone al descubierto su primariedad y sus mal canalizadas represiones. Para éstos ciudadanos, cuyo horizonte político se oscureció con la Perestroika y la caída del Muro de Merlín, no es la democracia el escenario ideal; por lo cual el PACTO SOCIAL no es de su interés ni de su conveniencia; no esperemos de ellos la altruista decisión de apostar por la solución de conflictos y el desarrollo social; porque ellos apuestan más bien por agudizar las contradicciones. Este PACTO SOCIAL exige de los otros actores sociales, decidida y firme intervención, que dinamice la economía y promueva la sustitución de hábitos perniciosos; orientando los nuevos repertorios sociales y económicos, hacia metas más ambiciosas; pero no por eso, menos posibles. EL PACTO SOCIAL no es pues, sólo una necesidad, para garantizar la estabilidad política y jurídica; es también una oportunidad para la convivencia pacífica, el crecimiento paralelo y la interrelación civilizada. Trabajemos todos porque el encuentro promueva acuerdos y éstos consoliden compromisos efectivos y sellen el pacto del desarrollo y el futuro; los peruanos tenemos ese derecho.