jueves, 29 de enero de 2009

¿SIRVE LA INTELIGENCIA?

Por : Victoria La Cruz Garcés
Fecha : 12/10/04

Hasta ahora habíamos dado por cierto que la cognición humana era unitaria y que era posible describir en forma adecuada a las personas como poseedoras de una única y cuantificable inteligencia, hoy reconocemos múltiples inteligencias cuya medición establecida por parámetros especifica una definición, para cada cual, condición por cierto que es desarrollada de modo particular, no sólo incorporando a la dotación biológica sino incluyendo los efectos de su interacción con el entorno y la cultura imperante en su momento histórico; factores que al ser combinados se expresan de un modo particular y diferente.
Es pues la condición inteligente del ser humano la que nos permite ser capaces de resolver problemas y en éste contexto conviene destacar el aporte de HOWARD GARDNER que explica lo que antes sabíamos intuitivamente y es, el que la brillantez académica no lo es todo, pues a la hora de enfrentarnos con la realidad, nuestra capacidad intelectual debe ser cotejada con los resultados, que deben ser exitosos en la búsqueda y elección de estrategias para la "Resolución de problemas". La inteligencia, entendida pues, como una capacidad y no como algo inamovible, nos permite entrenar y potenciar sus posibilidades.
Es absolutamente indispensable entonces, que el Partido que organiza, entrena y conduce seres humanos tenga definiciones claras en las políticas internas, que deben estar orientadas a un programa de entrenamiento constante de alta exigencia, donde la "Resolución de problemas", sirva como cotejo inicial, para empezar a pensar siquiera, en gobernar con éxito a partir del 2006.
Un dirigente que no expresa en la práctica su capacidad para resolver problemas, probablemente expresará en cambio capacidad para crear conflictos indicador claro de donde se encuentra su déficit, detalle que debiera ser considerado para su entrenamiento en el proceso de formación de cuadros que el Partido en las horas actuales exige. Aunque debo decir en honor a la verdad que el comportamiento de algunos dirigentes ha expresado en ocasiones, "voluntad para la resolución" pero dificultad para la "Ejecución"; es entonces indispensable, ubicar los peldaños necesarios para eliminar las trabas y formular estrategias de crecimiento personal y colectivo; no olvidemos que un partido político al margen de su ideología y programa, es un conjunto de seres humanos, de cuyas destrezas depende el éxito o el fracaso de un posible gobierno. Si nos equivocamos hoy, lo lamentaremos mañana, si no somos capaces de aprender de nuestros errores, tampoco seremos capaces de gobernar con éxito y éste empieza, con una actitud mental de reconocimiento que incorpora indudablemente la grandeza de la humildad.
No esperemos cosechar mañana lo que no empezamos a sembrar hoy.

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